“Por-no” hablar con tus hijos son tantas cosas las que pueden pasar

“Por-no” hablar con ellos pueden pensar que el contenido para adultos se creo para ellos, cuando la realidad es que su destinatario final jamás debieron ser los niños.

“Por-no” hablar con ellos pueden pensar que la simulación de agresiones que, en algunas de esas escenas aparecen, son algo placentero para la generalidad de las personas.

“Por-no” hablar con ellos pueden pensar que las parafilias que allí se simulan son patrones de comportamiento sexual habitual, sin saber que, en la vida real, pueden ser constitutivas de delito, como ocurre con las imágenes en que intervienen figuras muy aniñadas.

“Por-no” hablar con ellos pueden pensar que la comunicación en las relaciones es inexistente.

“Por-no” hablar con ellos pueden pensar que los tiempos que allí visualizan son los parámetros normales.

“Por-no” hablar con ellos pueden pensar que los ascensos en un trabajo pueden conseguirse dando placer o que un castigo parental puede ser sustituido por un acto sexual.

“Por-no” hablar con ellos pueden pensar que esos cuerpos que visualizan son lo que se merece una relación sexual, despreciando lo que no encaje en ese estándar, incluido el suyo.

“Por-no” hablar con ellos pueden pensar que comercializar con sus cuerpos sólo aporta ventajas.

“Por-no” hablar con ellos pueden pensar que en las relaciones no se debe usar protección, asumiendo un riesgo importantísimo de contraer una ETS.

“Por-no” hablar con ellos pueden pensar que jamás estarán preparados para hacer lo que allí han visualizado y podrán rechazar relaciones futuras.

“Por-no” hablar con ellos pueden estar pensando en poner en práctica aquello que han visto y que aunque les repele, están convencidos que es lo que se esperará de ellos.

Es tiempo de hablar con ellos.
El PORNO no es educación sexual.

Que nuestro pudor no los deje desprotegidos.