¿Dónde captan los pedófilos y pederastas a nuestros menores?
La respuesta a esta pregunta es muy descorazonadora: lo hacen de una y mil maneras.
Los pedófilos y los pederastas están siempre donde están los más pequeños y estos están, cada vez más tiempo, en internet.
Puede que tu hijo no tenga redes sociales, ni siquiera móvil y, por eso, estés más tranquilo. Pero la realidad es que son captados también a través de los videojuegos online, muchas veces en el mismo salón de tu casa.
Los menores no deberían hablar ni jugar, jamás, con desconocidos.
En mayo de 2022, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detenía a un pedófilo que había obtenido más de 2.000 videos de menores, entre 8 y 12 años, a los que había contactado en Fortnite, Call of Duty y Word of Warcraft. Estos videojuegos no son ni peores ni más peligrosos que otros, son simplemente un sitio más dónde pasan tiempo nuestros hijos y allí, agazapados, están también ellos, los pedófilos.
Una de las tácticas que usan estos sujetos es la de hacerse pasar por otro menor, lobos con piel de cordero, pretendiendo ganarse la confianza de los menores. Sin embargo, en otros casos no mostrarán ningún disfraz y directamente les ofrecerán dinero, que pueden usar en el videojuego, como en el caso de Fortnite, para comprar “skinners” o trajes para sus personajes (algo muy preciado por los niños en este tipo de juego) y lo harán a cambio de imágenes sexualizadas o videollamadas de los niños.
El depredador que he mencionado antes llegó a hacer 81 pagos en cuentas de videojuegos de usuarios menores.
¿Os imagináis que un día llaman al timbre de vuestra casa unos agentes de la Guardia Civil para enseñaros unas fotografías de vuestros hijos incautadas en una operación contra la pedofilia?
Eso es lo que les pasó a algunos padres que, entre incrédulos y aterrados, contemplaban aquellas imágenes de sus hijos.
Nuestros hijos no son ni mejores ni peores que esas pobres víctimas, sino que son simplemente niños a los que fácilmente se puede engañar.
Habla con tus hijos, nada malo puede salir de esa conversación. No podemos protegernos de aquello que no conocemos.
